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EMILIO LÓPEZ VERDÚ Un joven de Palma será juzgado el próximo lunes acusado de abusar sexualmente de una menor de 12 años de edad en diversas ocasiones. El inculpado, que se enfrenta a una petición de cuatro años de cárcel por parte del fiscal, se encuentra en situación de rebeldía en los juzgados por un delito similar cometido a finales del año 2002.

Además, la policía halló en su casa un ordenador que contenía material pornográfico en cuya elaboración se había utilizado a menores de edad.
El acusado, A.L.Y., fue detenido el pasado 4 de julio, después de varios episodios de acoso sobre la joven víctima. Todo había comenzado una semana antes, cuando el acusado abordó a la menor de edad en plena calle. El hombre la convenció para que le acompañara a una clínica veterinaria próxima, donde debía llevar a «un conejo enfermo». Tras caminar un rato, se intercambiaron los teléfonos móviles.

El acusado la volvió a abordar al día siguiente en plena calle y le recriminó que no le hubiese telefoneado. Acto seguido, la invitó a «tomar un helado» en Portopí. Allí, la llevó a un descampado y le hizo una fotografía con su teléfono móvil, asegurando que era fotógrafo. El hombre le pidió que se quitara la camiseta, y cuando la joven se negó, intentó arrancársela por la fuerza. Después se la llevó a un subterráneo, donde la amenazó con denunciarla «por cualquier motivo». Tras asustarla, la obligó a desnudarse y le realizó otras tres fotografías más: una en el pecho, otra de cuerpo entero y una última de sus genitales.

Antes de que se vistiera, la manoseó e incluso le entregó 30 euros a cambio de las fotografías.
Cuando acabó, la llevó en coche a casa de una amiga. Esta vio cómo el hombre intentaba besarla en los labios, y dedujo que algo extraño pasaba. Ya en casa, la madre de la chica descubrió los 30 euros que el hombre le había entregado a cambio de las fotos, y su hija le confesó todo lo que había pasado. Una semana más tarde, el acusado fue detenido por la policía cuando intentaba acceder a casa de la chica.