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R.S. La lotería macabra de las carreteras le tocó ayer a una profesional del periodismo: Magdalena Soler Catalán. Un camión cruzó la mediana en la autopista de Llucmajor e invadió el carril contrario, aplastando el vehículo donde viajaba como ocupante la redactora jefe del Diari de Balears, que murió prácticamente al instante.

El accidente ocurrió sobre las siete y cuarto de la mañana, en el kilómetro 8-800 de la MA-19 (la autopista de Llucmajor), a la altura del restaurante Sa Farinera. El Ford Focus de la víctima, que conducía su compañero, Francisco Nieto Vidal, de 40 años, circulaba en dirección a Palma y de repente se encontró con un camión que había atravesado la mediana tras perder el control. El vehículo pesado lo conducía un joven búlgaro de 22 años, que no pudo evitar el brutal impacto. El coche de la periodista, que tenía 38 años, quedó aplastado y sus dos ocupantes, quedaron atrapados en el interior del vehículo.

Cuando los primeros equipos de auxilio llegaron a ese punto kilométrico, Magdalena ya había fallecido y nada se pudo hacer por su vida, y el conductor se encontraba en estado grave, aunque fuera de peligro.

El camionero sufrió lesiones severas. Un tercer vehículo, una furgoneta marca Fiat Dobló, también se vio implicado en el accidente cuando se encontró la calzada ocupada por el turismo y el camión. Su conductor, un ecuatoriano, salió ileso.

El siniestro, que tuvo tan trágico resultado, provocó retenciones considerables y el subsector de Tráfico de la Guardia Civil, que se hizo cargo de la situación inmediatamente, intentó habilitar un carril para que las colas no fueran kilométricas.

Paradojas de la vida, Magdalena tenía in mente mejorar físicamente cuando le llegó la muerte de una forma tan trágica. Además, la periodista había comentado a sus amigas íntimas que tenía previsto realizar en breve otro viaje a Egipto, un país que le maravilló tras visitarlo hace unos años.