Una vez perpetrado el robo hasta siete personas estuvieron en una especie de garaje que hay en un lateral del poblado.

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La madrugada del 17 de abril de 2006 se llevó a cabo un robo de dinero, en un zulo que se había construido en una finca adyacente al poblado de Son Banya. Oficialmente se desconoce la cantidad sustraída. La recuperada oscila en torno al millón de euros y, en base a especulaciones sacadas de escuchas telefónicas y conversaciones entre implicados, se supone que la cantidad total que se robó está sobre los seis y siete millones de euros.

Detenidos

Hasta ahora nadie ha formulado denuncia alguna. Tres días después se detuvo a residentes del poblado, que habían secuestrado a punta de pistola, en Santa Ponça, a algunos de los implicados en el primer delito. A partir de ahí se cruzan las investigaciones del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil. Pero dichas investigaciones se quedan en un punto muerto. A día de hoy sólo se tiene constancia de una serie de personas que participaron en el delito, unas como autoras y otras como encubridoras. Se trata de Bruno, Nicoleta, Manuel, Vicente, José Luis, Tomás y María del Mar. Este robo ha sido, con mucho, el de mayor entidad, al menos conocida, que se ha cometido en Balears, y son muchos los que creen que falta por aparecer la figura del, o de los instigadores. En las declaraciones ante el juez de los hasta ahora imputados aparecen en ocasiones nombres, y en las mismas hay también muchas contradicciones sobre detalles de cómo se perpetró el delito y las actuaciones posteriores de ellos mismos. Conocer toda la verdad sobre la persona, o personas, que planearon el golpe, podría incluso arrojar alguna luz sobre las actuaciones posteriores que acabaron con las detenciones del entonces jefe del Grupo de Atracos y de su compañera.

Según las imputaciones del magistrado, los personajes que habrían tenido una mayor entidad en el robo serían Bruno, Manuel y Tomás. El primero habría sido el autor material, el segundo estaría al tanto de lo que se estaba haciendo, y el tercero fue un colaborador necesario, para poder acercarse al zulo y llevarse el dinero. Tras llevarse a cabo el robo se reunió un grupo de personas en una especie de garaje que hay cerca del poblado. Una de ellas, Bruno, portaba dos bolsas de basura que estaban repletas de dinero. De ahí el grupo se desplazó en un taxi conducido por Vicente, y un turismo conducido por José Luis, a Santa Ponça. El grupo entró en un gimnasio. Era ya media mañana, y poco después Bruno, Nicoleta y Manuel se quedaron en la habitación de un hotel con las dos bolsas repletas de dinero. Muy pocos creen que ellos solos tuvieran entidad para planear «el robo del siglo».