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OTR/PRESS-ISLAMABAD El descarrilamiento de un tren provocó ayer la muerte de al menos 60 personas en Pakistán y heridas para unas 150. El convoy se dirigía desde Karachi a Lahore cuando 12 de sus 16 vagones se salieron de las vías a unos 400 kilómetros de su partida, cerca de la localidad de Mehrabpur. Los hechos tuvieron lugar de madrugada cuando, según algunos pasajeros, «el tren estaba yendo a su máxima velocidad». «Entonces, hubo una sacudida repentina y sentí al tren hundirse en la tierra, había caos por todas partes», recordó uno de los 900 pasajeros del tren siniestrado.

El conductor sintió un tremendo parón y, después, vio que la locomotora se había separado del resto del tren. Un policía dijo que «parece haber sido un accidente», pero se ha iniciado una investigación para concluir definitivamente la causa. En este sentido, un oficial descartó el sabotaje del convoy y apuntó directamente a la quizás excesiva velocidad y el pobre mantenimiento de la infraestructura ferroviaria.

Lo aparatoso del accidente provocó que muchos de los cadáveres y de los heridos quedasen atrapados en los vagones, pidiendo ayuda desde el interior a los efectivos policiales y sanitarios que se desplazaron.