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JAVIER JIMÉNEZ Conocían perfectamente el funcionamiento de la Guardia Civil, lo que les valió poner en jaque a los agentes durante algunos meses. Al final, la avaricia rompió el saco y fueron detenidos tras robar en más de treinta coches.

La oleada de robos en sa Ràpita, ses Covetes y es Trenc había provocado cierta alarma entre los vecinos y en la investigación del cuartel de Santanyí colaboró activamente la Policía Local de Campos. De día y de noche se montaron controles de uniforme y con agentes infiltrados, de paisano.

Sin embargo, no llegaban los resultados porque los delincuentes extremaban las precauciones. La Benemérita y la Policía no se rindieron y ayer por la mañana, al fin, fueron sorprendido Juan P. y Eduardo M. en ses Covetes, buscando un coche fácil de abrir. En su poder se halló una herramienta con la que forzaban las cerraduras, unas tijeras, una lima y una cinta. El primero de ellos, que tiene unos 60 años, es un 'histórico' de la delincuencia en Mallorca, y le constan medio centenar de detenciones, casi todas por robos en el interior de vehículos. Los acusados utilizaban coches de alquiler para moverse por las ses Covetes, sa Ràpita y es Trenc y los cambiaban con frecuencia para que la Guardia Civil no recelara de ellos. También conocían los turnos de cambio de guardia de los cuarteles, y robaban en ese intervalo de tiempo. Eran auténticos profesionales en su especialidad: el robo silencioso y rápido en coches de turistas. De hecho, se acercaban a los vehículos simulando interés por el atractivo paisajístico de aquellas zonas y cuando estaban junto a la puerta la abrían en cuestión de segundos. Luego se apoderaban de cámaras fotográficas, teléfonos móviles, tarjetas de crédito, dinero y otros efectos de los veraneantes.