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«Es mi territorio y para vivir aquí hay que pagar». El ucraniano Bolodymyr P. lo tenía claro: si algún compatriota llegada a Cala Pí debía abonarle un impuesto. Que para algo había llego él antes.

La Guardia Civil ha detenido al ciudadano del Este por dos delitos: amenazas de muerte y extorsión. De acuerdo con los datos recabados ayer, los hechos se conocieron el viernes, cuando la víctima -que es también ucraniana- se presentó en el cuartel de la Guardia Civil de Llucmajor y contó que tenía que pagar un impuesto de 500 euros para poder residir en Cala Pi.

Los agentes, extrañados, le preguntaron sobre los detalles de la extorsión y el extranjero facilitó la identidad del compatriota. el acusado fue detenido al poco tiempo. Tiene 53 años y carece de antecedentes policiales en España.

Los investigadores han abierto una investigación para comprobar si pertenecía a la mafia rusa o a cualquier organización del Este, pero no se ha hallado ningún indicio que lo vincule con el hampa.