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El empresario y productor José Luis Moreno afirmó ayer en una entrevista concedida a Tele5 que se encuentra «aturdido» pero «feliz» de que haya pasado todo y lo pueda contar.

Moreno explicó que el pasado día 20 estaba en la sala de proyecciones de su casa «cuando entró un encapuchado con una pistola pequeñita. Me pareció una broma y dije: «deja eso que no me hace gracia», pero luego entró el siguiente, que ya no tenía tanta pinta de broma y además llevaba una palanqueta negra. Después, entró el tercero. Todo sucedió muy rápido», explicó el empresario, visiblemente afectado.

El productor y presentador se enfrentó con los atracadores, quienes no le hablaron en ningún momento, y, a partir de ahí, «empezó un zafarrancho». «Cuando me dieron con la barra y el hachazo en la cabeza, pensé que lo único que me quedaba era intentar salvar la vida como pudiera. Así que salí corriendo, pero me agarraron y me subieron adonde suponían que estaba la caja fuerte. Como yo me seguía defendiendo, optaron por bajarme a tirones y meterme donde tenían encerradas a las niñas del servicio», contó.

Moreno precisó que «todo ocurrió en media hora» y que los atracadores se llevaron todo el contenido de una de las cajas fuertes, en la que había «dinero y relojes».

En cuanto a la posibilidad de que algún conocido del productor facilitase pistas a los atracadores, Moreno dice que, «por salud mental», prefiere pensar que no ha sido nadie próximo a él.

Tampoco considera que se haya tratado de una venganza, ya que «cuando se hace una venganza no se roba y aquí han venido a llevarse el dinero y punto».
El empresario, quien cree que sólo le quedarán secuelas en el ojo izquierdo, confía en que los ladrones «tienen poco futuro» y desea que en su casa «se recobre la paz y la tranquilidad».

Moreno agradeció «a todo el mundo el apoyo general» que ha recibido estos días. «Yo creo que ha sido mi mejor medicina», concluyó.