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Poco antes de las 11.00 horas de la mañana del 28 de agosto de 2005, una avioneta que participaba en la extinción de un incendio forestal en la zona de sa Font des Noguer (Escorca), se estrelló contra el suelo y el piloto, de 61 años, y único ocupante de la aeronave, falleció. La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil se ha encargado de elaborar la investigación y hace unos días ha concluido el informe técnico, en el que se apunta que la causa del accidente se debió a un fallo humano.

El informe señala que el piloto realizó una primera descarga que no fue satisfactoria, según le habían informado los miembros de la cuadrilla que se encontraban atacando el incendio desde tierra. Después efectuó una nueva descarga pero la aeronave empezó a alabearse y acabó cayendo a tierra. El impacto contra el terreno destruyó completamente el avión Air Tractor, los restos se incendiaron, y el piloto falleció en el acto.

La investigación, que ha sido compleja y laboriosa, ha determinado que «la causa más probable del accidente fue un exceso de atención del piloto en la comprobación visual de la efectividad de la descarga de agua sobre el incendio, lo que pudo provocar un doble efecto: de una parte favoreció que el piloto indujera inadvertidamente un alabeo pronunciado, y de otra provocó un retraso en la aplicación de mando a picar para contrarrestar el momento de encabritado que se produce en la aeronave a consecuencia de la descarga del agua».