Agentes de la Guardia Civil inspeccionan de madrugada el apartamento de la víctima, minutos después del crimen. Foto: MICHELS

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Una pelea y un juramento de venganza: «Te mataré». Dos ingleses de Liverpool mataron ayer a puñaladas en Magaluf a un compatriota con el que dos días antes uno de ellos se había enfrentado en un bar de la zona. Los asesinos forzaron a patadas la puerta del apartamento de Daniel Hastelow, de 26 años, y lo cosieron a puñaladas. La víctima acababa de celebrar su cumpleaños.

El viernes Richard Henry Roberts, de 35 años, tuvo un grave altercado con Daniel. Se trataba de una «pelea de bar», algo habitual en Magaluf y Palmanova, y la Policía Local de Calvià tuvo conocimiento del incidente, que entonces no fue a más. El británico de mayor edad, según testigos presenciales, juró vengarse, pero muy pocos se creyeron aquellas palabras. El sábado, día 12, Daniel celebró su cumpleaños. No tenía demasiados motivos para celebrarlo, porque las cosas no le iban demasiado bien. Cuentan que pasaba por penurias económicas y compartía un diminuto apartamento de 40 metros cuadrados con dos amigos.

Asalto

Fue precisamente en aquel piso, ubicado en la calle Contralmirante Riera, en el complejo Playa Mar de Magaluf, donde fue atacado por sorpresa. Richard y su compatriota Paul Anthony Griffits, de 22 años, subieron a la segunda planta armados con un cuchillo y un bate de béisbol. Fueron directamente a la puerta rotulada con el número 11 y la tiraron abajo a patadas. Irrumpieron en la casa y se dirigieron hacia Daniel, que no tuvo tiempo de reaccionar. Le apuñalaron tres veces en la espalda y al menos una en el tórax. En la vivienda dormían los dos compañeros de piso del británico, que no intervinieron. Todo ocurrió muy rápido y la pareja asesina, a continuación, huyó.

La Policía Judicial de la Guardia Civil de Palma y de Calvià, apoyada por agentes del cuartel de Palmanova y la Policía Local, iniciaron la búsqueda de los atacantes, mientras una ambulancia se llevaba al herido a Son Dureta, agonizante. Murió dos horas después, casi al mismo tiempo que Richard y Paul eran detenidos en el aeropuerto. Iban a tomar un avión a su país, que nunca cogieron.