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JAVIER JIMÉNEZ La autopsia efectuada ayer por la mañana a Daniel Hastelow ha revelado que una de las puñaladas que recibió, junto al corazón, fue la que a la postre le causó la muerte.

El examen forense ha determinado que el joven británico recibió media docena de cuchilladas, todas con el mismo arma homicida, un cuchillo de metal que todavía no ha sido localizado por los investigadores. La Guardia Civil cree que el autor material de las heridas tenía la intención inequívoca de acabar con la vida del británico.

Daniel compartía el apartamento de la calle Contralmirante Riera con otros dos compatriotas, que dormían en el piso cuando Richard y Paul tiraron la puerta abajo. A la Benemérita le resultó extraño que ninguno de los dos mediara para evitar que su compañero fuera apuñalado, por lo que interrogó a los dos.

Los extranjeros explicaron que todo había ocurrido muy rápido y que además estaba oscuro, con lo que no supieron lo que estaba ocurriendo hasta que fue demasiado tarde. Además, añadieron que salieron de la casa para evitar ser también agredidos por los dos compatriotas.

Estos dos individuos regresaron al apartamento el domingo por la tarde, en cuanto se autorizó la retirada del precinto de la puerta. Sacaron al rellano un colchón ensangrentado y no quisieron hacer ningún tipo de declaración. Cuando un fotógrafo de este diario acudió al edificio la pareja estaba bebiendo alcohol en el comedor.

Richard, el autor material del crimen, se alojaba en una habitación del Hostal Bélgica, en la calle Jaume I de Palmanova. El cuarto fue registrado el domingo por la noche por efectivos de la Policía Judicial. Paul, el otro detenido, vivía en otro lugar que no ha sido especificado. Ambos habían realizado trabajos como albañiles, aunque no tenían una situación laboral muy estable.