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JAVIER JIMÉNEZ Una vez más la Vía de Cintura de Palma se convirtió en una ratonera. Cientos de conductores quedaron atrapados ayer por la mañana en un monumental atasco de más de ocho kilómetros, provocado por dos accidentes casi sin consecuencias.

Poco después de las siete dos coches chocaron en la salida de Manacor, junto al puente de Can Blau, un tramo que casi cada mañana está colapsado.
Las primeras colas se vieron multiplicadas por un segundo choque, esta vez entre media docena de vehículos que no pudieron frenar a tiempo y chocaron en cadena frente al polideportivo de Son Hugo.

La Policía Local apoyó a la Guardia Civil de Tráfico para intentar controlar la situación y los agentes se colocaron en la rotonda de la Policlínica, para dar prioridad a unos u otros vehículos. Las retenciones se alargaban desde la salida de Son Rapinya hasta la salida de Manacor. El colapso duró más de una hora y fueron muchos los conductores que perdieron los nerviosos atrapados en el monumental atasco.