Bomberos y operarios trabajan en la zanja donde se produjo el escape, minutos después del accidente. Foto: ALEJANDRO SEPÚLVEDA

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JAVIER JIMÉNEZ-GUILLEM PICÓ

Una grúa que trabajaba en una zanja junto al número 25 de la carretera de Andratx, enfrente de la urbanización de Cas Català, perforó una tubería de gas propanado cuando la aguja del reloj marcaba las doce del mediodía de ayer.

En cuestión de minutos un intenso olor a gas alarmó a los operarios y vecinos de la zona, que dieron aviso a los equipos de emergencia. Hasta ese tramo, justo en el límite entre Palma y Calvià, llegaron efectivos de los bomberos de Palma y de Santa Ponça, policías locales de Calvià y guardias civiles, que procedieron a cortar el tráfico a la altura de Cala Major e Illetes. Los vehículos fueron desviados, pero se registraron importantes retenciones en ambas direcciones. «Es muy difícil que se registre una deflagración al aire libre, pero cuando hay un escape de gas las alarmas se disparan y es normal que se adopten todas las medidas de precaución necesarias», contó uno de los responsables del dispositivo especial.

Una de las prioridades de los equipos de emergencia fue localizar el punto dónde había sido perforada la tubería de gas, de unos 11 centímetros de diámetro. A continuación se cortó el suministro del gas en sentido hacia Palma y también en sentido a Bendinat, para que los operarios de Gesa pudieran trabajar sin sobresaltos.

Numerosos conductores quedaron atrapados en la ratonera en que se convirtió aquel tramo y algunos perdieron los nervios. Otros, más pacientes, esperaron a poder dar la vuelta o desviarse por caminos alternativos. El gran dispositivo en Calvià provocó también la alarma entre el vecindario, y circularon algunas informaciones sobre lo que estaba pasando que poco o nada tenía que ver con la realidad.