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AGUSTÍN AGUILÓ Ayer se celebró la primera sesión del juicio donde se procesa a dos marroquíes acusados de torturar y robar a un matrimonio en su casa de s'Arenal. En la vista, que se celebró en la Seción Segunda de la Audiencia Provincial de Palma, únicamente acudieron como acusados dos de los tres detenidos, pues fue sobreseída la causa contra uno de ellos por no haber pruebas suficientes para su implicación.


Los dos restantes sí fueron procesados, esto es, Ali T. y Younes H. Éste último ejerció su derecho a no declarar contra sí mismo ante el tribunal.
El otro acusado, que sí respondió a las preguntas que acusación y defensa le realizaron, reconoció haber trabajado en la empresa propiedad del matrimonio asaltado, pero declaró también que el día de los hechos se encontraba de viaje en Francia, presentando como prueba un billete de barco Barcelona-Palma con fechas de días después del atraco. Esta prueba de su ausencia en el robo fue rechazada tanto por el Ministerio Fiscal como por la acusación paricular, pues fue presentado el billete de vuelta, pero no el de ida.

Una vez finalizada la declaración de los acusados, se procedió a dar audiencia a las víctimas, las cuales, detrás de un biombo, respondieron a las preguntas que les realizaron, a pesar del estado de ansiedad en el que se encontraban, causado por tener que rememorar la violencia a la que habían sido sometidos durante el atraco.

Las víctimas explicaron con detalle cómo ocurrieron los hechos por los que además de duras agresiones se les robó varios bienes de gran valor tanto económico como personal.

«Tenemos que matar a este hijo de puta porque nos va a complicar». Éstas fueron la palabras que el empresario asaltado declaró haber oído mientras sus agresores le propinaban la brutal paliza. El empresario, al llegar a su casa después de su mujer, y verla amordazada recordó ayer: «Pensé que los atracadores habían matado a mi esposa»

La vista se suspendió unos minutos para que el tribunal escuchara, vía videoconferencia, a un especialista forense que declaró que en la prueba genética, que se hizo del pasamontañas usado por uno de los asaltantes, existían más probabilidades de coincididencia con la genética del acusado Younes H., que probabilidades de no coincidir.

Hoy la acusación y la defensa presentarán sus conclusiones finales.