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La localización de dos delincuentes tiene un precio: 10.000 euros. Un empresario sueco de Palma ha ofrecido esta recompensa para la persona que facilite información que permita detener a los dos encapuchados que ayer de madrugada asaltaron su restaurante de la barriada de Santa Catalina.

Olaf Olsen, el propietario del negocio «Hermanos Olssons», lleva dos años viviendo en Mallorca. Su familia tiene restaurantes en Londres y Suecia y él abrió uno en la calle Cotoner número 33 de Palma en octubre pasado. El lunes por la noche la jornada fue floja y los últimos clientes salieron a las doce y media. Treinta minutos después Olaf, de 52 años, se estaba cambiando en el piso de arriba y tenía pensando tomar una copa con su compañera sentimental, una alemana de 38 años llamada Stefanie Jahn, que trabaja como encargada del restaurante.

Sus expectativas, sin embargo, se torcieron. Dos delincuentes entraron atropelladamente en el local y se abalanzaron sobre la empleada, que no tuvo tiempo de reaccionar. Uno de ellos le encañonó con un arma de fuego, mientras el otro la conminaba a permanecer en el suelo, inmóvil. El atraco duró poco. Uno de los desconocidos se dirigió a la caja y se apoderó de unos 500 euros de la recaudación de aquella noche. A continuación, la pareja huyó a toda prisa. La mujer, muy nerviosa, subió al piso donde se encontraba Olaf y le contó lo sucedido. La Policía Local y el Cuerpo Nacional de Policía acudieron al restaurante «Hermanos Olssons» y preguntaron a la víctima sobre las características físicas de los asaltantes. Uno de ellos tenía la piel muy morena, aunque Stefanie no pudo aportar muchos datos más porque los dos cubrían su rostros con pasamontañas. Los agentes montaron un gran dispositivo de búsqueda, pero no dieron con los sospechosos. «Ofrezco hasta 10.000 euros por una pista que permita a la Policía detener a esos dos tipos», se reafirmó ayer por la tarde Olaf, indignado por lo ocurrido.