El Juzgado de lo Penal número 3 de Palma fue sede ayer de un nuevo juicio contra Virgilio, conocido como el carterista de la línea 15.
Su abogada y el Ministerio Fiscal pactaron una conformidad por la que el habilidoso carterista deberá pagar una multa que asciende a más de 3.000 euros.
Continuando con el proceso, el juez preguntó a Virgilio si aceptaba la conformidad que su abogada le había conseguido, y él contestó: «Señor juez, claro que me conformo, igualmente no voy a pagar nada, no tengo nada a mi nombre». En ese momento, la mayoría de los presentes en la sala no pudieron evitar echarse a reír.
El juez, que tuvo que pedir al procesado que le prestara atención en dos ocasiones, le comunicó que le condenaba al pago de la citada multa, y Virgilio volvió a ofrecer otra 'perla' reiterando: «Haga usted lo que quiera, condéneme a lo que le dé la gana, no voy a pagar nada, me están haciendo una injusticia muy grande».
El hombre, que ya lleva dos años en prisión por impago de deudas, y aún tiene cuatro causas pendientes, estaba procesado una vez más por hurtar un billetero a una turista, (sus víctimas preferidas), pero esta vez también se le juzgaba por los desperfectos que causó en dependencias policiales después de su arresto.
Un clásico
Virgilio J.M archiconocido por la policía, lleva más de 50 años operando en la Platja de Palma, donde aprovecha la masificación veraniega de turistas en los autobuses de la EMT, para sustraerles, siempre sin violencia, bolsos, billeteros, carteras u otros efectos.
Este 'artista' del carterismo, de aspecto bonachón y facilidad de verbo, ofrece a sus víctimas una 'interesante' conversación mientras les sustrae el botín.
De sus declaraciones de ayer en el juicio, se desprende que una vez finalice su estancia en prisión, volverá a las andadas.
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