La Guardia Civil del cuartel de Santanyí detuvo al sospechoso.

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JAVIER JIMÉNEZ

El caso se descubrió en la madrugada del sábado al domingo, cuando E.V.G., de unos 34 años, protagonizó un altercado en un bar de Cala d'Or mientras se encontraba bajo los efectos del alcohol.

La mujer del individuo fue informada de lo ocurrido y se presentó en el local, para recogerlo. Cuando la pareja estaba en el coche él empezó a golpearla y le agarró fuertemente por el pelo, arrancándole algunos mechones. Esa noche la mujer no denunció a su esposo, pero por la mañana se presentó en el cuartel de Santanyí y lo acusó de malos tratos.

Los agentes acudieron a detener al sospechoso, que no ofreció resistencia. Contaba con detenciones anteriores por parte del Cuerpo Nacional de Policía y quedó retenido en los calabozos, mientras su esposa era llamada a declarar.

La mujer contó cómo se desarrolló la paliza de la madrugada anterior y explicó que en otras ocasiones había sido víctima de malos tratos, tanto físicos como psicológicos.

La sorpresa llegó cuando la hermana de la víctima, y por consiguiente cuñada de E.V.G., desveló que ella también había sido acosada por el varón, pero en otro sentido. Contó que durante meses la había obligado a mantener relaciones sexuales en distintos lugares, siempre coaccionada y bajo amenazas. La mujer añadió que nunca se había atrevido a relatar su situación a su hermana porque E.V.G., supuestamente, la había amenazado con matarla a ella o a su esposa si se descubrían las violaciones.

El acusado pasó la noche en los calabozos y fue interrogada sobre las dos acusaciones, las de malos tratos a su esposa y las de agresiones sexuales a su cuñada. Ayer por la mañana el sospechoso fue puesto a disposición judicial, en el juzgado de guardia de Manacor. El contenido de su declaración no ha trascendido, ni tampoco qué decisión tomó el juez.