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MICHELS Casi un mes más tarde, el sistema de medición del oleaje y temporal de la Isla vuelve a funcionar. La boya utilizada para tal medición, que tras un accidente se había quedado a la deriva y sin control alguno, fue ayer rehabilitada, por lo que los pescadores mallorquines ya no deberán preocuparse de salir a la mar sin una información rigurosa de las condiciones marítimas.


Desde Puertos del Estado se envió ayer un buque remolcador con técnicos especializados, que tras llevar cabo las pertinentes acciones de reparación y control de los sensores, procedieron a transportar y fondear la boya a 135 metros de profundidad.

Las adversas condiciones meteorológicas y el fuerte oleaje de los últimos días habían acelerado la reparación, que como habían declarado algunos pescadores, la boya era «vital» para su trabajo.

El aparato, cuyo valor estimado se aproxima a 180.000 euros, creó una controversia entorno a la causa de que quedara a la deriva ya que desde Madrid se culpó a las redes de los pescadores, acusación que provocó la indignación de los pescadores que en todo momento afirmaron era imposible que sus redes hubieran podido causar el accidente.