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JAVIER JIMÉNEZ/CARMEN RUIZ El maquinista del tren de Manacor que se accidentó el pasado lunes, con un saldo de diez pasajeros heridos, ha sido imputado por un delito de imprudencia temeraria por el Cuerpo Nacional de Policía.

El conductor ya ha prestado declaración ante los investigadores del CNP, que están a la espera de una serie de pruebas para conocer cuál fue realmente la causa del accidente. Los técnicos están seguros de que el ferrocarril entró en la estación a una velocidad superior a la recomendada y el hecho de que el maquinista haya sido imputado por imprudencia podría suponer que la investigación se centra en un error humano. No obstante, el análisis de la «caja negra» del convoy arrojará luz sobre lo ocurrido.

El accidente abrió ayer el debate sobre si el Sistema de Frenado Automático (FAP), que no funciona aún en la línea ferroviaria de Manacor, hubiera evitado el accidente a la llegada a la ciudad. Mabel Cabrer, ex consellera 'popular' d'Obres Públiques, indicó ayer que el anterior equipo de la Conselleria dejo preparada la instalación del frenado automático en la vía para su puesta en funcionamiento, aunque aún no se ha activado. «No podemos saber si hubiera evitado el accidente, pero sí que la seguridad habría aumentado», dijo.

El frenado automático emite una señal acústica para alertar al conductor. Si la reconoce, el maquinista continúa la maniobra. Pero, si por el motivo que sea no la reconoce, se activa el frenado automático.

Cabrer precisó que su Conselleria instaló este sistema en las líneas de Inca y sa Pobla este sistema, además de introducir otras mejoras en el tren como la compra de material móvil.

El gerente de SFM, Jaume Jaume, confirmó que aún no funciona el frenado automático porque está en periodo de revisión. Concretó que este sistema se impulsó en la época del Pacte de Progrés e incluso quedo contratado. «El actual equipo nos hemos encontrado con que, después de cuatro años, todavía no estaba completamente instalado ni dado de alta».