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AGENCIAS-MURCIA «La he 'matao'... ahora estás callada, te quiero mucho», mascullaba ante la policía Angelo, de 34 años de edad, mientras acariciaba, en plena calle, un bulto extraño envuelto en un trapo donde aseguraba tener guardada la cabeza de su madre.

Desnudo de cintura hacia arriba y con una cinta en la frente, Angelo Caretanuto, hijo de la estanquera Teresa Macanás, de 56 años, llevaba la noche del pasado lunes vagando un rato por la Plaza de la Iglesia de Santomera (Murcia) con un fardo en sus manos, cuando fue interceptado por agentes de la Policía Local.

«Es la cabeza de mi madre», llevaba asegurando desde las nueve de la noche a los peatones que se le cruzaban. A unos 400 metros se encuentra el estanco que regentaba su progenitora y puerta con puerta con el mesón/bar «Mar de Galilea», local que la mujer había legado a su hijo.

La policía ha confirmado que la mujer fue decapitada por Angelo en su bar con un cuchillos de grandes dimensiones. Una vez cometido el parricidio, el hombre abandonó el establecimiento por la puerta trasera y con el bulto cubierto por un trapo se paseó por la plaza de la Iglesia.

Àngel padece serios trastornos mentales y ya había sido detenido en cuatro ocasiones por malos tratos. Incluso se dictó una orden de alejamiento contra él pero que no llegó llegó a cumplir, pues su madre aseguraba que últimamente su hijo había cambiado de actitud. El propósito del parricida era depositar la cabeza de su madre a las puertas del Ayuntamiento. Y así lo hizo según testigos, tras lo cual esperó en la escalinata del Consistorio para ser detenido por la Policía Local, entre el horror de algunos vecinos, que se habían agolpado en los alrededores y que no podían creer lo que estaban contemplando.

La madre decapitada denunció en el programa 'Gente' de TVE que su vida corría peligro.