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AFP-VIENA El juez mantuvo ayer bajo custodia al «monstruo de Austria» a la espera de que se aclaren los detalles del aterrador caso de este septuagenario, que confesó haber secuestrado a su hija durante 24 años y haberle engendrado siete hijos.

Josef Fritzl, de 73 años, había sido trasladado el lunes desde Amstetten (este de Austria), donde había sido retenido por la policía para ser interrogado, a un tribunal cerca de la vecina localidad de St Poelten. Tras su comparencia ante el magistrado, Fritzl pasó a detención provisional por un periodo inicial de dos semanas prorrogable según las necesidades de la investigación.

Fritzl confesó el lunes haber secuestrado a su hija, Elisabeth, ahora de 42 años, en un sótano de su vivienda en Amstetten y haberle engendrado siete hijos, uno de los cuales murió al poco tiempo de nacer.

Los resultados de las pruebas de ADN solicitadas el domingo confirmaron ayer que Fritzl es el padre de los seis hijos.
«Las pruebas de ADN aportaron la prueba decisiva de que los seis hijos que Elisabeth dio a luz son del mismo padre», dijo el jefe de la policía regional, Franz Polzer, en rueda de prensa. «Estamos hablando de Josef Fritzl, de 73 años», aseguró.

Paralelamente, la policía continuó ayer registrando el sótano donde se produjo el drama.