Un sanitario señala el lugar desde el que cayó el turista de Magaluf. Foto: MICHELS

TW
0

Invariablemente, año tras año, el verano mallorquín trae algo más que sol: son los precipitados que caen desde pisos y hoteles, muchos de ellos tras largas noches de juerga. Ayer de madrugada, con dos horas de diferencia, se registraron dos casos en Can Picafort y Alcúdia. La primera víctima es un turista de 18 años y la segunda un portugués de 28 que había reñido con su novia y estaba trepando por la fachada.

A las dos y veinte minutos los equipos de emergencia fueron alertados de que en el hotel Sol Magaluf, en aquel núcleo turístico de Calvià, un joven había caído desde el balcón de un tercer piso. Los primeros que atendieron al turista fueron los encargados de noche del hotel, que solicitaron una ambulancia de forma urgente. El veraneante se precipitó desde unos nueve metros de altura y ahora la Guardia Civil está investigando las causas del accidente. Los médicos se desplazaron hasta la Avenida Pere Vaquer y tras inmovilizar al herido lo evacuaron hasta la clínica Juaneda, con lesiones importantes.

Dos horas después, aproximadamente, un portugués de 28 años cayó desde un segundo piso de los apartamentos Aspa, en el Passeig Mallorca de Can Picafort. Según parece, el extranjero había discutido con su pareja y no podía entrar en el piso. Por ese motivo, trepó por la fachada y se agarró a la barandilla del balcón, que cedió provocando que se estrellara contra el suelo desde cinco metros. El joven cayó de pie y un seto amortiguó el impacto. Pese a todo, cuando los sanitarios del 061 lo atendieron se dolía de la columna vertebral y de una pierna. Se da la circunstancia de que el portugués llevaba placas en la cadera por una operación reciente tras un accidente de tráfico. La ambulancia lo evacuó hasta el hospital de Inca, en estado grave, mientras tres patrullas de la Policía Local de Santa Margalida se hacía cargo de la investigación sobre la caída.

Es el tercer caso desde el sábado, cuando un estudiante de 16 años, que había llegado a Alcúdia de viaje de fin de curso, se precipitó desde un octavo piso. El menor sigue en estado muy grave en el hospital de Son Dureta y la Guardia Civil ha averiguado que cayó porque no quería que unos compañeros le gastaran bromas y decidió pasar de un balcón a otro, con consecuencias fatales.