Los agentes realizaron un registro en el domicilio de los sospechosos. Foto: JULIO BASTIDA

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JULIO BASTIDA Eran las ocho y cuarto de la noche del pasado martes, cuando la tranquilidad del municipio de Ariany se vio truncada por un intento de linchamiento popular que finalizó con la detención de dos individuos que se atrincheraron en una vivienda.

Los hechos se remontan al pasado viernes cuando dos vecinos de Ariany supuestamente cometieron un robo en una vivienda muy próxima a la suya. Dos días más tarde, el domingo, los mismos sujetos volvieron a las andadas y robaron en dos casas más, todas ellas junto a su domicilio.

Los delincuentes no eran muy selectivos con las pertenencias que robaban. Sortijas de oro, brillantes, todo tipo de joyas y cadenas, dinero, sobrassades, camaiots de elaboración casera, etc... eran algunos de los artículos sustraídos. Entre todos ellos, destacaba una escopeta de caza que los ladrones se habían llevado de una casa colindante y que preocupaba a las fuerzas de seguridad.

En el último robo, el domingo por la tarde, varios vecinos pillaron con las manos en la masa a los delincuentes y a partir de ese momento el pueblo empezó su movilización.

El martes, más de 200 vecinos, (el pueblo tiene 300 personas censadas), decidieron tomarse la justicia por su mano y acabar con la gran oleada de robos que estaba viviendo el municipio en los últimos meses. Los vecinos indignados, algunos armados con piedras y palos, se dirigieron hasta el número 11 de la calle Damato esquina con la calle Jesús y una vez allí intentaron sacar a los dos ladrones de su domicilio. Ante esta situación, los dos varones se encerraron en el interior de la vivienda y se atrincheraron en la misma con dos escopetas. Se vivieron momentos de tensión y nerviosismo.

Acto seguido se personaron en el lugar de los hechos varias dotaciones de la Guardia Civil quienes después de tranquilizar los ánimos exaltados de los vecinos consiguieron detener a uno de los ladrones. Posteriormente, y ya en el interior de la vivienda procedieron a la detención de una segunda persona.

Algunos de los vecinos como l'amo Joan nos relatan: «En este pueblo todos nos conocemos y dejamos las llaves puestas en las puertas y nunca pasa nada. Esta gente ha venido aquí hace dos días y empezaron los robos en las casas. Lo que hay que hacer es coger un hacha y cortarles el cuello», finaliza.