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PEP MATAS-AGUSTÍN AGUILÓ
Funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) evitaron ayer que un hombre se quemara a lo bonzo en Palma.
Los hechos ocurrieron poco antes de las nueve de la mañana en la esquina de las calles Fray Antoni Llinás y General Riera.
El Cuerpo Nacional de Policía recibió varias llamadas, informando de que un vecino se encontraba en la calle, al lado de unos contenedores, y que tenía en una mano una garrafa que decía que estaba llena de gasolina.

El presunto enajenado decía que se iba a prender fuego dentro de unos contenedores «para que me hagan caso».
Varias unidades de vehículos «Z» del CNP se desplazaron rápidamente al lugar.
Los policías comprobaron los datos ofrecidos por los vecinos, y pudieron ver al hombre con la garrafa en una mano y un mechero en la otra.
Tal como marca el procedimiento policial, los agentes intentaron iniciar una conversación con el hombre.
Nerviosismo
Éste, con claros síntomas de nerviosismo y alteración, no dejaba de repetir que estaba «harto» del ruido que hacían los camiones cuando por las noches acuden a vaciar los contenedores.

De hecho, el hombre llegó incluso a manifestar que en ocasiones anteriores había presentado varias quejas al respecto a los responsables de Emaya «pero no me han hecho caso», indicó.

Los agentes continuaban intentando tranquilizar al trastornado pero éste se reafirmaba en sus pretensiones. Entonces añadió: «He decidido quemarme para llamar la atención, como hizo un rumano en Valencia y al final consiguió lo que quería».

Uno de los policías aprovechó un momento de descuido del hombre para abalanzarse sobre él, quitándole la garrafa de entre las manos.
Posteriormente, fue trasladado al hospital palmesano de Son Dureta, concretamente al Àrea de Psiquiatría, donde quedó internado.
Una persona próxima al hombre dijo que éste sigue un tratamiento psiquiátrico debido a los problemas que le genera el no poder dormir por las noches a causa de los ruidos.