TW
0
JULIO BASTIDA En la madrugada del pasado lunes al martes, el camposanto de Santa Margalida fue objeto de actos vandálicos que a punto estuvieron de acabar en sacrilegio.

Un grupo de desconocidos, según las primeras hipótesis de la investigación, entraron en el cementerio y rompieron las tapas de varias sepulturas, las tiraron en el interior de las mismas donde se encuentran los nichos de los muertos. Los delincuentes también destrozaron varias cristaleras, máquinas de agua y un panteón señalado con el número 99 donde los vándalos golpearon unas columnas con cadenas de obra pertenecientes a la familia Belles-Santandeu y a los consortes Mateu Mora y Rosa Garau datado del año 1948.

Los investigadores responsables del caso localizaron en la zona del parking del campo santo varias botellas de whisky y de otras bebidas alcohólicas. La policía no descarta que se tratara de un grupo de jóvenes que acudieron a la zona con la finalidad de hacer un 'botellón' y acabase en una auténtica salvajada.

En el pueblo, ayer, era día de mercado y no se hablaba de otro tema. La opinión generalizada de los residentes era de indignación y enfado. «No puedo decir que me haya cogido por sorpresa. El pasado día 11, la víspera de la fiesta de la patrona de la Guardia Civil, ya entraron otra vez en el cementerio y robaron flores e hicieron varios destrozos», relata un vecino.