El salvaje temporal que azotó ayer algunas zonas de Mallorca se cebó con Andratx y se cobró una vida en Sant Telm. El francés Bernard George Unzón, de 62 años de edad y vecino de aquel núcleo, intentó rescatar su bote, que estaba siendo golpeado por las olas.
A partir de las siete de la mañana, prácticamente de noche, ráfagas huracanadas de viento barrieron el litoral en Palma, Calvià, Andratx y Sant Telm. En esta última población la situación se tornó dramática y las embarcaciones que estaban junto a la costa comenzaron a quedar desintegradas al estrellarse contra la rocas. Bernard George tenía su pequeña embarcación amarrada a unos metros de tierra firme y el oleaje empezó a vapulearla con furia. El vecino de Sant Telm se introdujo en el agua e intentó llegar a nado hasta el barco. No calculó bien la fuerza de la tempestad y quedó a merced de las olas. Un amigo se lanzó al agua para rescatarlo, pero cuando llegó a él Bernard se escabulló a causa de los violentos zarandeos. Ya estaba muerto, con un fuerte golpe en la cabeza. Nicolás Ruiz Ramírez, un oficial de la Policía Local de Andratx que estaba fuera de servicio, fue alertado por su suegra de los gritos que se oían en la calita de Sant Telm y cuando llegó se encontró a un hombre en el agua. Le gritó que saliera, pero el desconocido hizo caso omiso. Se acercó más a él y le volvió a ordenar que saliera del agua, pero el individuo parecía absorto en algo y no le hacía caso. Cuando se tiró al agua para sacarlo descubrió que sostenía el cuerpo de su amigo Bernard, que no podía sacarlo del mar embravecido. «Le ayudé cómo pude y entre los dos lo llevamos sobre las rocas. Su mujer estaba allí, muy afectada, y un médico alemán que vive en Sant Telm le realizó las tareas de reanimación», contó ayer a este periódico el policía.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.