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JAVIER JIMÉNEZ La tempestad de ayer dejó una secuencia digna de película americana. El fuerte oleaje arrancó los anclajes de una plataforma enes Carnatge, cerca de Cala Gamba, y la dejó a la deriva. Los trabajadores tuvieron que ser evacuados por aire, en helicóptero.

A las nueve de la mañana el temporal en la bahía de Palma era espectacular, con olas de varios metros. La situación era muy complicada en el puerto, con el tráfico marítimo paralizado de forma provisional, y de repente los servicios de emergencia fueron movilizados: «Una plataforma está a merced de las olas y los operarios siguen en el interior, no han podido salir» . Se trataba de la estructura que construye el gasoducto frente a es Carnatge y rápidamente la Guardia Civil, Salvamento Marítimo y el SAR diseñaron un plan de rescate. La prioridad era sacar cuanto antes a los trabajadores y, de paso, evitar que la rampa se estrellara contra las rocas.

Un helicóptero sobrevoló la zona y confirmó que la evacuación por mar era imposible. Acercarse a la plataforma podía acarrear consecuencias fatales para los equipos de emergencia, por lo que se decidió que el helicóptero se colocara justo encima de la estructura y se fuera subiendo a los trabajadores uno a uno. Al menos cuatro técnicos fueron rescatados con este sistema, en una operación no exenta de riesgo. Al final, la operación finalizó de forma exitosa.

En las inmediaciones de La Romana, en Peguera, un buque de unos 36 metros de eslora se estrelló contra las rocas y uno de los trabajadores, de origen peruano, resultó herido y tuvo que ser evacuado a un centro hospitalario.