En primer término, el cuerpo sin vida del vecino de Andratx Bernard George Unzón. Al fondo, volcado, el bote que trató de rescatar del temporal. Foto: MICHELS

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Un muerto, dos heridos, un centenar de embarcaciones hundidas o dañadas, carreteras cortadas, decenas de árboles caídos y los servicios de emergencia desbordados son las consecuencias del temporal de viento que azotó ayer Mallorca. Sant Elm, Port d'Andratx, Calvià y Palma fueron las zonas más afectadas por las rachas de vientos huracanados, que superaron los 100 kilómetros por hora.

En Sant Elm se vivió la parte más dramática del temporal, cuando un vecino de 62 años se ahogó en el mar mientras intentaba rescatar su bote, que estaba a punto de naufragar. El conductor de un camión también resultó herido al caerle encima una rama de un árbol y un tripulante de un barco se golpeó cuando el temporal lanzó la embarcación contra la rocas.

En los puertos deportivos, sobre todo en el de Andratx, se vivió un auténtico desastre y un centenar de veleros, lanchas, yates y llaüts resultaron dañados o zozobraron. Los daños son millonarios y todavía están siendo evaluados. En la Tramuntana y el Norte de la Isla se cortaron algunas carreteras por la caída de árboles y piedras sobre la calzada y la Guardia Civil puso en marcha un operativo 'antipillaje' para evitar que los barcos, casas o vehículos siniestrados fueran saqueados por los ladrones.