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Durante el pasado fin de semana dos individuos protagonizaron sendos casos de conducción temeraria por Palma y acabaron en los calabozos del cuartel de la Policía Local.

El primer suceso tuvo lugar el sábado por la tarde. El conductor de un BMW atropelló a un ciclomotor en la calle José Salazar Belmar y se dio a la fuga. Después golpeó a otra moto en un semáforo en la calle Bisbe Bernat Nadal y más tarde impactó contra varios coches en la autopista. Finalmente fue interceptado por la Guardia Civil en la vía de cintura y entregado a la policía. El conductor, de 37 años, se negó a realizar la prueba de alcoholemia y fue detenido.

El segundo caso tuvo lugar el domingo por la tarde. Una dotación de la Policía Local estaba en el semáforo de la calle Sant Ferran con Pasqual Ribot. Antes de que se pusiera en verde un Honda Civic arrancó y el conductor realizaba acelerones y maniobras extrañas. Cuando le dieron el alto, el conductor emprendió la huida por las calles Pasqual Ribot, Joan Crespí, Cabrit i Bassa, Mazagán, Sant Ferran y Pau Piferrer. En esta última calle se vio acorralado por la policía, por lo que se subió a la acera y circuló por encima unos 40 metros, hasta entrar en la calle Port de Cariño. Aquí entró en dirección contraria y se encontró una furgoneta de frente. Al realizar marcha atrás se vio encerrado por el vehículo policial. No obstante realizó marcha atrás para intentar salir de esta calle, impactando contra el vehículo de la policía que tenía detrás. Al igual que había hecho anteriormente, también se subió a la acera aunque en esta ocasión no logró escapar y chocó contra seis motos estacionadas. También estuvo a punto de atropellar a un peatón.

Después, el conductor se encerró en el coche, por lo que los agentes tuvieron que romper una de las ventanillas para detenerlo. El varón, de nacionalidad española, se negó a hacer la prueba de alcoholemia. Debido a su estado fue trasladado al área de Psiquiatría de Son Dureta. Tras ser examinado por los médicos quedó detenido en los calabozos de la Policía Local. En ninguno de los dos sucesos hubo heridos graves.