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VASIL VASILEV Minutos después de las tres de la madrugada de ayer, los servicios de emergencia recibían una llamada alertando de un incendio en el garaje de una vivienda de la calle Turó de s'Aranjassa, en Palma. En pocos minutos, agentes de la Policía Local y efectivos del Cos de Bombers se personaron en el lugar y encontraron una planta baja en llamas. Los bomberos se encargaron de la extinción del fuego y de evitar que afectara a la vivienda vecina. También comprobaron que no había nadie en el interior de la casa incendiada. A partir de entonces se realizaron gestiones para localizar al dueño e informarle del siniestro.

El fuego se produjo en una sala comedor por causas desconocidas, aunque se barajaba la hipótesis de un cortocircuito. Una vez sofocadas las llamas, los bomberos inspeccionaron la parte de la casa incendiada para comprobar que el fuego estuviese extinguido por completo. El incendio destrozó todos los muebles de la sala comedor y numerosos efectos. Entre los objetos quemados se encontró una pistola. Al poco rato llegó el dueño de la casa, el cual quedó afectado al ver los destrozos causados por el fuego. Al ser preguntado sobre la procedencia de la pistola dio a entender que no era suya y se la había encontrado.

El incendio afectó también al cableado del tendido eléctrico y se avisó a Gesa. Una vez concluidas las labores de extinción, los bomberos regresaron al parque y los agentes abandonaron el lugar.