La Policía Judicial de la Guardia Civil precintó ayer por la mañana el hotel de Cala Rajada. g Foto: JULIO BASTIDA

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JAVIER JIMÉNEZ Otras cuatro personas "la propietaria del hotel, Antonia Serrano; la administradora, Rosalía Vidal; y los constructores Rafael Febrer y Bartomeu Estelrich" aparecen como imputados y ayer prestaron declaración ante la Guardia Civil.

El arquitecto y el aparejador se han negado a declarar y lo harán hoy ante la jueza de Manacor que instruye las diligencias.
La Policía Judicial se desplazó ayer por la mañana al hotel de Son Moll, donde el martes murieron aplastados los cuatro trabajadores, y procedió a precintar formalmente las instalaciones, para que no se pueda alterar el escenario de la tragedia. Ayer trascendió que en el primer proyecto que se entregó de la reforma del hotel se detectaron, por parte del arquitecto municipal de Capdepera, un total de 22 deficiencias, de las cuales se subsanaron 19. Las otras tres eran de carácter administrativo y burocrático y no afectaban a la seguridad en la obra.

Las causas de la tragedia todavía no se conocen con exactitud, pero se investiga si la estructura del edificio estaba debilitada por la reforma. Las lluvias y los trabajos con maquinaria pesada habrían hecho el resto.