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La Nochevieja fue sinónimo de fiesta y diversión para una gran mayoría de ciudadanos, pero de trabajo para muchos otros, como el caso de los miembros de los servicios de emergencia que estuvieron de guardia. En líneas generales, desde la policía, la Guardia Civil y los servicios sanitarios se calificó la pasada Nochevieja como una «noche tranquila», ya que no hubo que lamentar incidentes graves, a pesar de que se sucedió el goteo de llamadas. Por ejemplo, en el 061 la calma duró poco, ya que a las 00.02 horas entraba la primera llamada requiriendo sus servicios, aunque se trataba de un asunto menor. La policía y la Guardia Civil también recibieron alguna que otra llamada de queja por el lanzamiento de bengalas y petardos, mientras que los bomberos efectuaron, a las 00.20 horas, su primer servicio. Una dotación de los Bombers de Mallorca tuvo que desplazarse hasta un hotel de Portocolom al registrarse un incendio en la cocina, que se extinguió poco después.