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JULIO BASTIDA Dos personas resultaron intoxicadas por inhalación de humo y una tercera se vio afectada por quemaduras y contusiones tras lanzarse al vacío desde un tercer piso en un devastador incendio en Palma.

El fuego se inició alrededor de las siete y media de la mañana de ayer en el número 2 de la calle Francesc Fiol i Joan, en las proximidades de s'Escorxador.

Según información facilitada por los Bombers de Palma, el fuego que se inició en el segundo piso causó daños en un total de 19 viviendas de un bloque de once alturas y 156 domicilios.

Debido a la intensa humareda agentes de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía procedieron al desalojo de más de 400 personas que se encontraban durmiendo tranquilamente en el momento de producirse el siniestro.

Por el momento se desconocen las causas que provocaron el incendio aunque agentes del CNP rápidamente se hicieron cargo de la investigación con la finalidad de esclarecer los motivos por el que se inició el fuego.

Rápidamente se desplazaron al lugar de los hechos numerosas dotaciones de la Policía Local, Cuerpo Nacional de Policía, 10 bomberos y dos camiones, además de tres ambulancias medicalizadas.

Los facultativos tuvieron que asistir a un total de tres personas. Los dos más graves fueron trasladados de urgencia a dos centros hospitalarios de la capital, y si bien uno de ellos fue derivado a la Clínica Rotger de Palma. Al parecer, el propietario del inmueble donde se originó el fuego es un joven de 28 años que fue trasladado, con pronóstico reservado, al Hospital Universitario de Son Dureta.

«Los primeros minutos fueron de pánico. La policía entraron como locos pegando golpes y gritando para que saliésemos de las casas. Se han portado muy bien, gracias a ellos ahora lo podemos contar», relataba María una de las afectadas.

A pesar de que el fuego se inició en el segundo piso fueron muchas las viviendas afectadas, sobre todo a las que estaban situadas cerca del patio de luces debido a que cayó numeroso material incandescente.

Aproximadamente a las nueve y media de la mañana la policía permitió la entrada de algunos vecinos a sus domicilios. Los daños son cuantiosos.