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Un joven vecino de Madrid se sienta en el banquillo de los acusados por robar a un menor que, según fuentes del caso, es miembro de un grupo 'skinhead' en marzo de 2007. El imputado visitaba frecuentemente en Palma a un primo suyo, el cual vivía como 'okupa' en un edificio de Son Gotleu.

De acuerdo con la acusación, el presunto ladrón se encontró con el menor en la Rambla y le pegó un tirón de la cazadora con intención de llevársela. Con el agarrón, según esta versión, se llevó además el jersey del joven un la cartera que llevaba en el bolsillo del abrigo. La víctima, de 17 años, no acudió ayer a ratificar su versión en el juicio, donde tenía que comparecer como testigo, y se disculpó ante el Tribunal, ya que tenía miedo. La defensa sostiene una versión muy diferente de lo ocurrido. Tal y como declaró el acusado, presunto autor de un robo con fuerza e intimidación, medio año antes de los hechos, se encontraba en la casa 'okupa' de Son Gotleu cuando un grupo de cabezas rapadas irrumpió en el interior con bates de beísbol y robaron a los presentes ropa y otros enseres personales.

Más tarde, el día en que ocurrió el supuesto robo, vio a un joven sentado en un banco que llevaba una cazadora que reconoció como la suya. «La tuve durante cuatro años y por eso la conocí», afirmó ante la juez. Entonces, se bajó del coche, se encaró con el menor y le pidió que le devolviese la prenda: «me la das y todo arreglado». Según declaró en el juicio, el interpelado accedió a devolverle la prenda y le dijo: «olvidemos los errores del pasado». El acusado afirma que el robo que sufrieron en la casa 'okupa' está denunciado y que se han tramitado diligencias por parte del juzgado. El fiscal solicita una pena de dos años de cárcel para el acusado. El juicio no se pudo terminar ayer, ya que faltaban dos testigos, por un lado la propia víctima y por otra uno de sus compañeros. Así, el caso se reanudará el próximo día 19.