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El camionero que atropelló a dos azafatas búlgaras y mató a una de ellas en el Passeig Marítim en 2007 se sentó ayer en el banquillo de los acusados para responder por dos delitos de imprudencias graves y otro contra la seguridad del tráfico. El juicio se suspendió por la ausencia de varios testigos, pero previamente al parón, las defensas y las acusaciones particulares alcanzaron una conformidad sobre las responsabilidades civiles.

De acuerdo con este acuerdo, las víctimas recibirán 464.000 euros; 324.000 para la mujer herida, que sufre una discapacidad a raíz del accidente, y el resto para los herederos de la fallecida. La responsabilidad civil alcanzaba a la empresa de transportes para la que trabajaba y a las compañías de seguros que tenían contratados.

El accidente tuvo lugar el 24 de abril de 2004, poco antes de las ocho de la mañana. El camión se salió en un curva y aplastó a las dos mujeres, ambas de nacionalidad búlgara. El conductor, ayer juzgado, dio positivo en los controles de alcohol y drogas. En la propia declaración que realizó ante el juez de instrucción, reconoció que había consumido alcohol y cocaína. El juicio se retomará en marzo, aunque sólo se juzgará ya la responsabilidad penal de conductor.