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La asociación de Residentes, Familiares y Amigos de la residencia Crist Rei de Inca piden que «se depuren responsabilidades». En este aspecto, la portavoz en funciones, Montse Bernadas, manifiesta en un escrito que «podemos asegurar que ha habido una atención insuficiente de los cuidados a los residentes además de daños morales y físicos debido a la falta de personal».

Los familiares culpan a la empresa que gestiona el geriátrico «por su ineptitud al frente del centro», y denuncian una gestión «ineficaz y con irregularidades en el aspecto sanitario de curas y cuidados por parte de la coordinadora de enfermeras». En este punto y según los familiares y residentes aseguran que «estamos todos los días en el centro y la máxima responsabilidad es del equipo directivo de la empresa que gestiona el centro por asumir demasiadas responsabilidades y porque posiblemente eran conocedores de las irregularidades».

Pero los familiares no sólo piden responsabilidades a la dirección del centro. También piden a los políticos que «tomen su trozo de tarta de este pastel envenenado» porque según los afectados «tenían suficiente constancia de quejas, reclamaciones y denuncias sobre las irregularidades que se vivían en la residencia de Crist Rei».

Aún así, desde la asociación de Residentes y Familiares de la Residencia Crist Rei quisieron dejar claro que «nunca hemos podido observar malos tratos a los residentes por parte del personal base del centro como auxiliares, recepcionistas y enfermeras, entre otros».

Por otro lado, la Guardia Civil detuvo ayer tarde al tercer implicado en las presuntas irregularidades del centro. Se trata del novio de la jefa de enfermeras que fue detenida. La participación de este tercer arrestado en el caso vendría dada por la supuesta venta de recetas falsificadas.