Los investigadores, en el lugar en el que se inició la trifulca.

Los investigadores, en el lugar en el que se inició la trifulca.

Michels / G. PicóMagaluf03/09/09 0:00
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Anthony Charnock, el turista inglés que fue agredido el pasado fin de semana en Magaluf, falleció ayer a causa de las graves lesiones padecidas. El británico, de 44 años de edad, se encontraba ingresado en coma en el hospital de Son Llàtzer desde la madrugada del pasado sábado, cuando fue golpeado en el transcurso de una pelea en la calle Galeón.

El fallecido mantenía relaciones sexuales con una prostituta frente al edificio del número 14. Cuatro jóvenes que trabajan por la zona le recriminaron su comportamiento y después se produjo un enfrentamiento entre el turista y un amigo de éste, y los jóvenes en el párking de la finca. Anthony Charnock fue golpeado con un palo en el transcurso de la pelea y sufrió las graves lesiones que le han acabado causando la muerte.

La Guardia Civil se hizo cargo de la investigación e interrogó a numerosas mujeres que ejercen la prostitución en la zona, ya que en principio se sospechó que el turista británico podría haber sido agredido por una de estas mujeres. No obstante, después se tuvo constancia de que el herido se vio implicado en una pelea con un grupo de jóvenes, iniciada porque éstos últimos le recriminaron su actitud. Posteriormente la Guardia Civil arrestó a cinco implicados en la pelea: cuatro jóvenes, entre los que figuraba el autor material del golpe que dejó en coma al turista, y al amigo de éste. Todos ellos pasaron a disposición judicial el martes. El principal imputado ingresó en prisión y los otros cuatro detenidos quedaron en libertad con cargos.

El autor del golpe fue acusado de lesiones graves, pero, tras la muerte del británico, se podría elevar la acusación a homicidio.

A raíz de la pelea, el martes por la tarde, decenas de vecinos y comerciantes de Magaluf también realizaron una manifestación por diversas calles del núcleo turístico en contra de la prostitución callejera. La agresión y posterior muerte del turista británico, que residía en Grimsby, al nordeste de Inglaterra, ha tenido una gran repercusión en su país y ha sido noticia a lo largo de la semana en numerosos medios de comunicación.