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JAVIER JIMÉNEZ El caso de la estafa millonaria a inversiones de una mina de oro en Rusia, y que tiene ramificaciones en Mallorca, corre camino de convertirse en un pequeño caso Madoff en la Isla. De momento ya son más de 3.000 las personas afectadas en Europa, Rusia y EEUU por el fraude, que podría ascender a 33.000.000 de euros.

La Policía Judicial de la Guardia Civil de Calvià sigue avanzando en la investigación sobre Dividium, que tenía una de sus sedes en el polígono de Son Castelló, en concreto en la Gran Vía Asima. Ayer, este periódico tuvo acceso a la documentación que Blahsack, el cerebro de Dividium, entregaba a sus inversores potenciales. Les explicaba que había pagado 144.000 francos por la explotación de los escombros de una inmensa mina en Siberia. La propiedad tiene unos 50 kilómetros cuadrados y se realizaron, entre 1935 y 1993, cuatro importantes excavaciones en busca de oro.

Según el broker alemán, entre las miles de toneladas de escombros que sacaron durante décadas, se acumula una gran cantidad de oro, que en su día no pudo ser extraído por falta de maquinaria adecuada. En cambio él, supuestamente, sí tenía los medios para recuperar el valioso metal.

Así pues, mostraba la carta auténtica de compra de la mina y el plano con su ubicación en Siberia, los papeles para la explotación de los escombros y otra documentación mercantil. Cada cliente obtenía participaciones en el negocio, con dividendos altísimos. Algo así como unos intereses bancarios desorbitados, sobre todo en estos tiempos de crisis. Dividium empezó su trayectoria en Suiza hace unos dos años, cuando la desaceleración económica mundial ya se intuía. En aquel país el arranque fue espectacular y captaron inversiones de Alemania, Suiza, Inglaterra, EEUU y también España. Sin embargo, surgieron algunos problemas con una institución que vela por el correcto funcionamiento de las entidades dedicadas a inversiones millonarias y se trasladaron a Londres. A Peguera y Palma llegaron un matrimonio alemán y otro ciudadano de aquel país estrechamente vinculados con Blashsacks, que empezaron a vender participaciones de la supuesta mina de oro en Mallorca.

De momento, hay constancia de que una docena de mallorquines y al menos cinco ibicencos «han picado», pero el número se podría incrementar. A uno de ellos le han estafado una cantidad millonaria.

Los tres detenidos serán puestos hoy a disposición judicial y uno de ellos ha sido ingresado en Son Dureta por una dolencia cardíaca.