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El joven rumano había sido detenido por la Policía Judicial de la Guardia Civil de Llucmajor por un asunto de robos y secuestro. Sobre este último punto, parece ser que había sido denunciado por un varón con quien había mantenido una relación sentimental, al cual retuvo en contra de su voluntad.

Los agentes de la Guardia Civil fueron a casa de Virgil Ginel ayer noche para efectuar un registro con la correspondiente orden judicial. Este domicilio es un segundo piso de la calle Marià Canals, en Palma. Virgil acompañó a los agentes e iba esposado. En un primer momento estuvo calmado, pero aprovechó un momento de descuido para escapar y salir a la calle. A partir de ese momento se inició una persecución.

El Cuerpo Nacional de Policía (CNP) y la Policía Local fueron informados de la huida y mandaron varios efectivos a la zona. Virgil, esposado, acabó entrando en una finca de la calle Llorenç Riber, a poca distancia de su domicilio de Marià Canals, y logró subir hasta una terraza del noveno piso. Allí se vio acorralado por los agentes de la Guardia Civil y del CNP y decidió lanzarse al vacío, según manifestaron los agentes que presenciaron este hecho.

El personal de una ambulancia intentó reanimarlo pero no se pudo hacer nada por salvarle la vida.