TW
7

La plancha metálica de uno de los techos del parking salvó la vida a un vecino de la calle Son Gibert de Palma, que se precipitó desde la terraza de su cuarto piso poco después de la medianoche de ayer. Varios vecinos y vecinas escucharon un fuerte estruendo y dieron la voz de alarma. En breve se personaron en el lugar efectivos policiales y varias ambulancias para auxiliar al varón. No obstante, su sorpresa fue que el varón apenas había sufrido unos rasguños y se encontraba en buen estado de salud. Entre los residentes de ese edificio y el personal de los servicios de emergencia no paraba de repetirse el tópico, no exento de verdad, de que el varón «había vuelto a nacer» o estaba «vivo de milagro». El hombre, de 38 años, fue trasladado a Son Llàtzer para comprobar si había sufrido lesiones internas, pero el reconocimiento médico las descartó, confirmando el 'milagro'.
El hombre explicó que estaba en el balcón de su terraza subido a una silla realizando un arreglo. Esta silla resbaló porque había aceite en el suelo y él perdió el equilibrio y cayó desde el cuarto piso. Desde la terraza a la plancha metálica del techo del parking donde cayó hay diez metros de altura. El aparcamiento es exterior y está en la parte trasera del edificio.
Los agentes dudaron de la versión rocambolesca ofrecida por el varón y subieron a su domicilio. Sin embargo, en la terraza encontraron que había una botella de aceite caída y líquido derramado por todo el suelo. La plancha metálica que amortiguó el golpe quedó deformada, pero con el sello de haber salvado una vida.