La Policía Nacional ha desarticulado en Barcelona una red dedicada al tráfico internacional de mujeres para su explotación sexual en burdeles de Cataluña, País Vasco y Madrid, que habría obligado a ejercer la prostitución a una menor de 17 años y a una disminuida psíquica.
Según han informado fuentes policiales, la operación se ha saldado con el arresto de 15 personas, de las que seis han ingresado en prisión tras pasar a disposición judicial.
Las víctimas, la mayoría procedentes de países del este de Europa, eran trasladadas a Vilanova, donde residían los máximos responsables, y posteriormente repartidas por prostíbulos de Granollers, Calella, Sant Adrià de Besòs, Vilanova i la Geltrú, Salou, Irún y Vitoria.
Entre las 15 personas detenidas figura el máximo responsable de la organización y han sido arrestadas como presuntos autores de los delitos de asociación ilícita, favorecer la inmigración ilegal, relativo a la prostitución, corrupción de menores y contra la salud pública.
El registro de los 10 burdeles ha permitido a la policía intervenir 18.000 euros en metálico, 150 euros falsificados, un pasaporte y documento de identidad lituano falsos, 200 gramos de droga, y abundante documentación.
Las investigaciones realizadas durante más de un año se centraron en una organización internacional y descubrieron que en Vilanova estaba arraigado un grupo de proxenetas.
CAPTADAS MEDIANTE ENGAÑO
Las mujeres eran engañadas, captadas y trasladadas a Vilanova, donde vivía una mujer de origen bieloruso --apodada 'Victoria'--, que habría regularizada su situación en España a través de un matrimonio fraudulento con un proxeneta español y que era la máxima responsable de la organización.
Las hijas de la responsable de la red, de 12 y 16 años, convivían en muchas ocasiones en el club con el resto de víctimas, siendo ellas mismas las encargadas de recibir a los clientes.
Dada la situación de los menores, la policía los ha puesto a disposición de las autoridades de menores de la Generalitat para decidir sobre su guardia y custodia, por lo que a su madre y compañera sentimental se les imputa un presunto delito de corrupción de menores.
El origen de la operación se encuentra en un comunicado de Interpol-Bielorusia tras la denuncia de una mujer que manifestó haber sido captadas en su país mediante engaño y trasladada a España con documentación falsa de Lituania.
Una vez en España se le habría retirado toda su documentación e informada de que tenía una deuda de 7.000 euros con la organización, que debía saldar ejerciendo la prostitución; y tras ocho meses pudo recuperar su pasaporte, abandonar a los proxenetas y regresar a su país.
De forma paralela, una mujer denunció en la comisaría de Vilanova que su hija de 18 años, con una minusvalía psíquica, se había escapado del domicilio y estaba retenida contra su voluntad, siendo obligada a prostituirse en un club.
Días más tarde, la joven fue localizada en el barrio del Raval de Barcelona ejerciendo la prostitución, y fue acogida por una ONG, si bien la abandonó a los pocos días.
Tras ser nuevamente localizada en Madrid ejerciendo la prostitución, la policía detuvo a una pareja de nacionalidad rumana, al parecer integrantes de la red desarticulada, quienes podrían haberla inducido o coaccionado en sus actos.
La red desarticulada disponía de burdeles en distintas poblaciones y en el de Vitoria se escondía una caja fuerte en el que se halló documentación, dinero y efectos personales de una joven de 17 años, que fue obligada a prostituirse.
2 comentarios
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Uno ya no se sorprende de nada la verdad, ademas siempre se trata de emigrantes y sus negocios ,cuando piensan parar esto?Cuando llegara la hora de deportar ?Ya no esta uno seguro en ninguna parte en este pais nuestro,inpensable que un dia España seria como un getto,una verdadera lastima...
Bueno, no hay ponerse así.En las actuales circunstancias deberíamos dar gracias de que vengan extranjeros a abrir "empresas" y a "dar trabajo". Es de bien nacidos ser agradecidos.