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Un conductor ebrio protagonizó en la madrugada de ayer un grave accidente de tráfico en la calle Ciri de sa Vileta, a pocos metros de donde hace unas semanas murió atropellada una niña de tres años. Los vecinos denuncian que los vehículos circulan a velocidades temerarias.

El siniestro de ayer se produjo sobre las dos menos cuarto, cuando un coche Chrysler de gran potencia bajaba por la calle Ciri en dirección al cruce con la calle Santa Ponça, justo donde falleció la menor. El conductor perdió el control y embistió a gran velocidad a cuatro turismos aparcados. Uno de ellos -un Citroën C5- quedó en estado de siniestro total. Curiosamente, el día antes el dueño había apalabrado su venta para hoy.

Huida

Acto seguido, chocó contra otros tres coches más: un Volkswagen Polo, un Citroën C3 y un todoterreno. Los vecinos escucharon el estrépito y cuando salieron el conductor había huido. Sin embargo, un guardia civil de Llucmajor fuera de servicio fue tras él y le dio alcance algunas manzanas después. El hombre fue detenido por el Cuerpo Nacional de Policía, que después lo entregó a la Policía Local. Cuando lo sometieron a la prueba de alcoholemia dio una tasa muy alta.