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Tres hombres resultaron ayer con gravísimas quemaduras a consecuencia de una deflagración de gas que se produjo en un chalet en obras de Cala Llombards, en Santanyí. Las víctimas son el dueño de la casa, un ciudadano suizo y dos operarios sudamericanos.

La explosión brutal, que lanzó cascotes y cristales a muchos metros a la redonda, se produjo pasadas las doce y media de ayer, en el número 24 de la calle Sud. Ni el propietario ni los obreros habían advertido que se había producido una fuga de gas en el sótano, que se fue acumulando y creó una enorme bolsa. A esa hora, cuando los trabajadores manipulaban poliuretano, encendieron una bombona de gas y de repente una deflagración tremenda sacudió la casa. Algunas paredes y techos volaron por los aires y la onda quemó gravemente a los tres varones.

Los vecinos, alarmados, dieron aviso a los equipos de emergencia y hasta Cala Llombards se dirigieron bomberos, Guardia Civil, Policía Local y cuatro ambulancias del 061 (dos UVI-móvil y dos de soporte básico), así como un vehículo Ulises de apoyo sanitario.

Muy graves

Cuando los médicos atendieron a los heridos, los tres se encontraban conmocionados y con quemaduras de alto grado en buena parte de su cuerpo. Preocupaba especialmente el estado de uno de los dos operarios sudamericanos, que presentaba quemaduras de distinto grado en el 80% de su cuerpo.

Las víctimas fueron estabilizadas allí mismo y después las evacuaron en ambulancia hasta el hospital de Son Espases y la Policlínica Miramar. La Policía Judicial de la Guardia Civil se hizo cargo de la investigación y agentes de los TEDAX (Técnicos Expertos en Desactivación de Explosivos) revisaron las instalaciones destrozadas por si había más riesgo de nuevas deflagraciones.

El 061 movilizó a sus dos aviones-ambulancia, uno de ellos llegado desde Menorca, para evacuar hasta el hospital de La Fe, en Valencia a los heridos ecuatorianos. El ciudadano suizo fue trasladado a su país también por vía aérea.