Condenado un preso por clavar un mango de fregona roto a su compañero de celda

La sentencia considera demostrado que el 18 de marzo de 2010 los dos internos comenzaron a discutir en la celda que ambos compartían. Llegaron a las manos. En la pelea, uno de ellos agarró un palo de fregona roto que había por allí. Lo usó como una especie de lanza e hirió en uno de los pómulos y en el cuello al otro recluso. Después se abalanzó sobre él y le pegó un mordisco en la oreja izquierda. El otro, por su parte se limitó a dar golpes al otro al que causó también varios hematomas. De esta forma el primero fue condenado por un delito de lesiones a dos años de cárcel y el segundo a una falta también de lesiones.

En el recurso, el principal acusado sostenía que se había limitado a defenderse de la agresión y negó que hubiera utilizado el palo de la fregona para golpear a su compañero. La Audiencia recoge lo dicho durante el juicio por varios funcionarios de prisiones y por el forense que respaldaron que el preso que recibió el pinchazo no es particularmente violento. La sentencia también destaca el carácter de instrumento peligroso de la fregona, al tratarse de un objeto punzante.