Imagen del crimen de la calle Aragón, de Palma, ocurrido hace diez días. | V. VASILEV

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Con la muerte de Catalina Frontera ayer en Bunyola son ya cuatro los crímenes que se han producido en Mallorca en lo que va de 2013. Un arranque así de trágico no tiene equivalente desde hace quince años.

Cronológicamente, el primer homicidio se produjo en Artà el uno de febrero. Joan Bernat fue detenido por la Guardia Civil por apuñalar a su expareja, Margalida Perelló en la vivienda de ésta. Después se intentó suicidar de una puñalada en el vientre. Ambos llevaban años separados y tenían dos hijos en común. Los investigadores sospechan que se trató de un crimen premeditado ya que el hombre escogió el momento en el que la víctima se encontraba sola en la casa. Llamó a la vivienda y le clavó en varias ocasiones un arma blanca.

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El tres de marzo, María Luisa Perún fue asesinada en su vivienda de la calle Rosselló i Caçador, de Palma. La víctima recibió múltiples golpes con unas mancuernas y falleció asfixiada. El Cuerpo Nacional de Policía sospechó del hijo del marido de la víctima después de que ambos afirmaran que habían encontrado a la mujer tendida en el suelo. La inconsistencia en sus versiones llevó a que fueran arrestado e interrogados. Finalmente, el hijo fue inculpado por los hechos y se encuentra en prisión. Los investigadores encontraron en la vivienda un diario de la mujer en la que detallaba amenazas y malos tratos por parte del joven de 18 años de edad.

El tercer crimen se produjo el domingo de Pascua, día 31 de marzo. en torno a las dos de la tarde, un marroquí, Mustapha Merzoug apuñaló e su expareja en el cuarto de baño. Después fue a la Jefatura del Cuerpo Nacional de Policía, tomó un líquido caústico y desde entonces se encuentra en estado grave. La víctima, Soledad A. C., de 34 años y de nacionalidad boliviana fue la segunda víctima de violencia de género en Mallorca.