Estudiantes ‘inquers’ en la Vall d’Aran ayudaron a limpiar tras el desbordamiento del Garona | Facebook

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No pudieron iniciarse en la práctica del rafting ni descender torrentes, pero sí conocieron el riesgo, y aprendieron a colaborar en los trabajos de emergencia y a ser solidarios. «Se esforzaron de veras, mostraron un comportamiento de 10», resumía ayer Pedro Vallespir, tutor de 4º de ESO B del colegio Beato Ramon Llull de Inca (más conocido por ‘Sant Francesc'). Vallespir, otros tres profesores y 43 alumnos de este colegio que el pasado domingo partieron de viaje de fin de etapa a la Vall d'Aran, en Catalunya, para practicar deportes de aventura, llegaron la noche del jueves a Inca, un día después de lo previsto, pero sanos y salvos y con una experiencia inolvidable.

Los primeros días todo transcurrió normalmente. El lunes, comenzó a llover intensamente. El martes, al levantarse, no había luz y el río se había desbordado. «El agua llevaba de todo: pedazos de madera de casetas de camping, una nevera, bombonas de butano...», recuerda Vallespir. El nivel del río Garona siguió subiendo -a causa de las lluvias y el deshielo precipitado en el Pirineo- hasta mediodía. Ese día, los estudiantes inquers se quedaron en el hotel de Bossòst en que se alojaban.

«El miércoles tampoco pudimos hacer ninguna actividad. Entonces nos ofrecimos a ayudar a la gente, que no paraba de sacar agua de sus domicilios y negocios. Casi todos nos dijeron que sí. Limpiamos de barro hasta la tarde», relata Vallespir. Por la noche, el alcalde y otras autoridades les agradecieron la colaboración.

Los equipos de emergencia abrieron el jueves la carretera a Barcelona por un trazado provisional y los estudiantes iniciaron el camino de regreso.