GRA291. SANTIAGO DE COMPOSTELA, 25/07/2013.- Labores de retirada hoy de uno de los vagones del tren Alvia procedente de Madrid que descarriló ayer a la altura de Santiago de Compostela causando hasta ahora 80 muertos y más de cien heridos. EFE/Salvador Sas ESPAÑA DESACARRILAMIENTO TREN

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El vídeo del descarrilamiento del tren, junto con las declaraciones y mensajes publicados por el maquinista, han encendido un polémico debate sobre el exceso de velocidad (190 km/h) que gira en torno al conductor del tren, imputado en una investigación que determinará si se trató de un fallo técnico o humano.

El exceso de velocidad no solo es la principal hipótesis con la que se trabaja hoy como causa del accidente ferroviario, sino que también es una teoría alimentada por las noticias publicadas en torno a la figura del maquinista. Situado en el punto de mira de la opinión pública tras las últimas noticias relativas a la tragedia, no existen elementos sólidos contra él que puedan responsabilizarle del accidente.

Francisco José Garzón, que permanece ingresado en el Hospital de Santiago a la espera de prestar declaración ante la policía judicial, acapara los principales titulares en los informativos y en las redes sociales del accidente, que ha conmocionado a España con 80 muertos y 178 heridos, 94 de los cuales siguen ingresados.

Su testimonio horas después del accidente y el mensaje en su cuenta de Facebook, en la que aparece una fotografía del velocímetro de un tren a 200 kilómetros por hora, han despertado los comentarios en las redes acerca de un posible fallo humano, e incluso se habla de negligencia.

Así, el conductor no solo tiene que afrontar sus lesiones, sino también todo tipo de hipótesis y conjeturas sobre su persona e, incluso, una querella presentada por Manos Limpias por imprudencia temeraria en grado de homicidio y delito de lesiones con resultado de muerte.

«Descarrilé, qué le voy a hacer, qué voy a hacer». Fueron las palabras del maquinista en una conversación telefónica tras la tragedia, según recogió ayer el diario La Voz de Galicia.

En una conversación con el delegado del Gobierno en Galicia, el maquinista mencionó que iba a una velocidad de unos 190 kilómetros por hora en una zona limitada a 80.

Su presunción de inocencia se ha puesto aún más en entredicho con la fotografía en Facebook del velocímetro a 200 por hora, si bien esta imagen fue publicada en marzo de 2012 y no especifica si se trata de un tramo permitido para alcanzar esa velocidad, lo cual es completamente posible.

Si el accidente se trató o no de un error humano es algo que tendrá que determinar la investigación puesta en marcha por el titular del Juzgado de Instrucción 3 de Santiago, que ha imputado al maquinista, de 52 años, que tras el accidente participó en las tareas de rescate.

Los debates y juicios paralelos sobre el maquinista han arrancado apenas horas después del siniestro entre acusaciones y defensas, aunque, eso sí, coinciden en destacar un elemento clave en la tragedia: la dificultad de la curva donde se produjo el accidente.

Una opinión que sostienen técnicos y expertos y a la que ha aludido el sindicato de maquinistas (Semaf), que rebaja la posible responsabilidad de Garzón al apuntar a una suma de circunstancias como la causa de la tragedia.

Tanto el secretario general del sindicato de maquinistas (Semaf), Juan Jesús García Fraile, como el presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar Rodríguez, han destacado su experiencia y que llevaba más de un año operando en la misma línea.

La larga trayectoria en conducción y su dominio en el manejo de los trenes que circulan por la línea Madrid-Ferrol respaldan al maquinista, al que todavía no han podido realizarle la prueba de alcoholemia protocolaria tras el accidente.

Por el momento, Francisco José Garzón es un nombre que ya está en boca de todos aunque los únicos que tienen contacto con él son los agentes de la policía judicial, a quienes corresponde dar el primer paso en la investigación con la toma de declaración del maquinista, que intentará arrojar algo de luz sobre las causas del accidente de tren más grave ocurrido en España en los últimos 40 años.