TW
0

Más de 120.000 euros en contratos de teléfonos móviles y centenares de terminales vendidas. Dos acusados admitieron ayer en juicio que durante meses falsificaron documentos de empresas para estafar a compañías telefónicas. Los dos hombres empleaban esos papeles que ellos mismos elaboraban para dar de alta decenas de líneas telefónicas de una vez. Iban a tiendas de Palma, Bilbao y Madrid y fingían ser los administradores de las compañías. Solicitaban en torno a una veintena de líneas y así se hacían con otros tantos terminales. Los teléfonos los vendían más tarde a otras personas. Los dos acusados admiten haber empleado este procedimiento hasta en 21 ocasiones en la primera mitad del año 2005. Incluso llegaban a presentar fotocopias falsas del documento de identidad.

Los damnificados por la estafa eran finalmente las compañías telefónicas que ponían los teléfonos a una falsa empresa y que no cobraban por las líneas. El juicio quedó en suspenso ayer después de que los acusados aceptaran los hechos a la espera de un acuerdo en el pago de la responsabilidad civil que les corresponde. La Fiscalía reclamaba para cada uno de ellos una pena de siete años de cárcel en su calificación provisional.