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Los grafiteros campan a sus anchas en Sencelles. Los vecinos de esa localidad están indignados por la proliferación de pintadas callejeras y de actos vandálicos y piden que la Policía Local y la Guardia Civil controle a los menores que están detrás de esta oleada.

Los ataques comenzaron hace dos meses, cuando unos desconocidos pintaron un monolito erigido a los republicanos. Recientemente, los gamberros han actuado en la zona del Pou Major, un conjunto hidráulico de un siglo de antigüedad que había sido restaurado.

Pistas

Los grafiteros utilizaron 'sprays' de distintos colores y las inscripciones versaban sobre conflictos amorosos y otras tribulaciones adolescentes. Precisamente, esas pistas llevaron a la policía a descubrir quiénes habían sido los pintores callejeros, que fueron identificados y sus identidades pasaron a manos de la Fiscalía de Menores.

«El otro día pintaron cuatro coches que estaban aparcados y las entradas de algunos garajes. Estamos indignados por lo que está pasando», explicó una vecina. Rodolfo, Miquel y Felip, otros residentes, también condenaron los actos vandálicos, que al parecer son obra de jóvenes del pueblo.