Europa PressPort d'Alcúdia08/05/14 0:00
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La Audiencia Provincial de Palma ha condenado a ocho años y tres meses de cárcel a un hombre que intentó matar, tras asestarle tres cuchilladas, a la dueña de una vivienda que previamente había asaltado para robar. En concreto, el tribunal le considera autor de un delito de homicidio en grado de tentativa en concurso con otro de robo con violencia y uso de armas.

En su sentencia, la Sección Segunda relata cómo el 27 de mayo de 2008 Silvio A.M. acudió al domicilio de la víctima, situado en el Port d'Alcúdia, en cuya valla había realizado días antes dos oberturas con la finalidad de penetrar en la finca a través de las mismas y poder así apoderarse de los objetos de valor que hubiera en la vivienda.

De este modo, una vez dentro del inmueble, el procesado sustrajo una motocicleta, un casco, una bolsa con rodilleras, coderas, guantes y un juego de llaves. Sin embargo, cuando en un momento dado el inculpado se encontraba en el jardín mirando hacia la parte de arriba de la edificación, fue sorprendido por la propietaria de la vivienda asaltada, lo que motivó que de inmediato se bajase el pasamontañas que portaba para ocultar su cara y no ser reconocido.

Tras preguntarle por su presencia, la dueña soltó la cesta que llevaba con ropa para tender e intentó llegar sin éxito a la puerta de acceso a la vivienda, al cogerle del pelo el acusado y tirarle al suelo mientras le vociferaba que se callase. Como la víctima continuaba gritando e intentando zafarse, Silvio A.M. optó por ponerle una pierna encima del pecho para inmovilizarla y golpearle de forma reiterada la cabeza contra el suelo.

Fue en ese instante cuando, según relata la sentencia, la propietaria advirtió la presencia de un cuchillo de cocina de 18 centímetros en la tierra, cerca de ella, pero al intentar cogerlo para defenderse, el reo se le adelantó y, con el cuchillo en la mano, se lo clavó finalmente en el cuello y en los brazos.

Debido a los gritos de la víctima para pedir socorro, acudió a la finca uno de sus vecinos, cuya presencia provocó que el acusado saliera huyendo por uno de los huecos abiertos en la valla mientras iba deshaciéndose de los objetos y prendas que portaba, muchos de ellos manchados con la sangre que emanaba de las heridas que acababa de producir a la propietaria de la vivienda, quien fue trasladada en ambulancia al hospital.