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La Audiencia Provincial de Balears ha condenado a cinco meses de prisión, que serán sustituidos por cinco años de expulsión del territorio nacional, a un joven de nacionalidad senegalesa que intentó robar de un supermercado de Palma dos bandejas de carne y que, tras ser sorprendido por una de las cajeras, la arrastró hasta la calle y le lanzó a la cara una bandeja de pasteles.

El tribunal de la Sección Segunda confirma la resolución que en primera instancia dictó el Juzgado de lo Penal número 7 de Palma contra Libasse N., sobre quien pesa un delito de robo con violencia en grado de tentativa y una falta de lesiones, con la agravante de reincidencia.

En concreto, los hechos se produjeron el pasado 8 de enero, cuando el acusado, en situación irregular en España, entró en un supermercado en el que, tras pagar una bandeja de pastelería y con ánimo de obtener un beneficio ilícito, intentó sacar del establecimiento dos bandejas de carne valoradas en 18,7 euros, que llevaba escondidas en la ropa.

En el instante en que el joven, de 26 años, cruzaba las líneas de caja sin abonar el género, fue sorprendido por una trabajadora que intentó impedir la sustracción conminándole a que devolviera las bandejas y llegando a sacarle una de ellas de debajo de la camiseta, según el magistrado Diego Gómez-Reino, que relata cómo el acusado se negó a entregar la otra bandeja, lo que propició que ambos comenzaran a forcejear.

Según la sentencia, la empleada, al no soltar al reo, llegó a ser arrastrada hasta la calle, donde la trabajadora logró quitarle la otra bandeja, momento en el que Libasse N. le lanzó a la cara la bandeja que había pagado de pasteles, que acabaron rompiéndose de la fuerza con que salieron despedidos. Como consecuencia de las lesiones, el joven deberá además indemnizar a la empleada con 150 euros.

Frente a ello, la defensa del acusado alegó que no hubo intención agresiva por su parte, frente a lo cual el tribunal señala que la violencia no se ejerció con el exclusivo fin de facilitar la huída, sino como medio de lograr el apoderamiento de una de las bandejas de carne que «no quiso entregar a la cajera después de que ésta se la hubiera reclamado».

«Violencia orientada a conseguir el botín»

Se trata de una violencia «orientada a conseguir el botín», incide la Sala, que asevera que el forcejeo producido entre ambos y las lesiones físicas provocadas eran una consecuencia «probable» del «peligro» generado por el acusado «al persistir en consumar el apoderamiento pese a la oposición de la misma».

Finalmente, frente a la oposición de la defensa del acusado de que la pena de cárcel fuese sustituida por la expulsión, el tribunal justifica para su imposición que el condenado se halla en situación irregular, cuenta con antecedentes penales por delitos contra la propiedad, una de esas condenas ya le fue sustituida por la expulsión, y no ha justificado motivos de arraigo o de otro tipo humanitario.